"Voy a arrancarte esa mirada de animal mal herido
y que tus ojos se convenzan de la suerte que tuvimos
de tener Madera Fina..."
y que tus ojos se convenzan de la suerte que tuvimos
de tener Madera Fina..."
Madera Fina. Así se titula una canción, algo viejita ella (sip, se me cayó la cédula), y la cual vino a mi mente en estos días, cuando mi hermana Rosnel la puso en unos de sus nicks en Facebook, con motivo de su quinto aniversario de casada. (Felicidades Little Sister!!!).
Y es que mi hermanita Rosnel (sip, solo le llevo 15 meses, lleva 5 años de casada y ya es mamá, pero sigue siendo mi hermanita!!!!!) siempre ha tenido cierta similitud en gustos musicales conmigo; no se debe olvidar que casi casi somos morochos, y, bueno, eso de crecer juntos en la misma casa y teniendo casi siempre los mismos amigos y amigas (y enamorados y enamoradas intercambiandose el rol de amigos, cuñadas, cuasicuñados, etc etc) inevitablemente lleva a tener cierta afinidad en algunas cosas, y la música que escuchabamos para entonces no es una excepción.
Y es justo esa referencia musical de mi cuasi morocha, lo que me ha llevado a recordar, de manera un poco torpe, pero recuerdo al fín, sobre lo que significa para mí y con lo que siempre he asociado esa frase "Madera Fina": les hablo, como no, de mi familia.
Familia. Si señor. Todos tienen una. Todos tendrán sus anécdotas y particularidades. Las hay superunidas y las hay superseparadas. Están las tradicionales y están las modernas. Las numerosas y las escasas. Están las millonarias y las humildes. Las hay de todo tipo, y por supuesto, entre todos esos tipos, está la mía.
Cualquier descripción de una familia tiene que comenzar por los jefes, y aquí entonces hay que hablar de la Jefa de la casa. Doña Rosa. Y aquí voy a decir una frase que jamás se ha escuchado nunca: "es la mejor mamá del Mundo". Si señor, porque Doña Rosa es, sin lugar a dudas, la mejor de todo el Universo.
Y no es solo porque ella hace la mejor salsa bologña de todo el Universo (certificado por cada asiduo visitante a la Rodriguera). Tampoco es porque ella es la que siempre estuvo pendiente de uno cuando se enfermaba, ni porque tuvo la capacidad de gerenciar una casa con 5 hijos sin nunca haber pasado por una Universidad ni Postgrado de Gerencia o Finanzas. Mucho menos porque era la que nos empujaba a estudiar cada bendito día de nuestra vida.
Doña Rosa sencillamente es la mejor del Mundo, porque es la persona mas valiente que conozco. Porque desde que quedó huerfana de padre a los 11 años, y el Mundo literalmente se le vino encima a ella y a su familia, tuvo que dejar sus estudios para salir a trabajar. Porque nunca tuvo ningún tipo de complejos a la hora de pasar coleto en una casa de familia, ser secretaria de algún buen doctor o mesonera en algún restaurant. Porque a pesar de que la vida la hizo subir a su ring de boxeo muy joven jamás le rehuyó a esa pelea. Y jamás se olvidó de su familia y de donde venía, cuando la rueda del destino hizo que viviera mejores días. Y de verdad, ya quisiera yo ser lo mitad de valiente que es ella; es un orgullo ser hijo suyo.
Al lado de la magnífica Doña Rosa, está el Doctor Rodríguez. Casi podía jurar que ese era el nombre de mi viejo y no Nelson. Es que siempre que llamaban a mi casa y yo respondía, era lo mismo: "por favor, el Doctor Rodríguez". Es el otro Jefe de la casa. El Proveedor pues. Nadie sabe realmente lo que significa ser sostenedor de un hogar hasta que no pagas la primera cuenta de tu casa. Y es que este señor, solito, con su sueldo de abogado, sostenía un hogar con 5 carajitos!!!.. No estaba nada fácil. También, aquí valga la expresión, nunca antes dicha: "mi papá es el mejor del mundo".
Pero no es el mejor del mundo solo porque nunca nos faltó nada. Tampoco porque era el consentidor del hogar, o era el que nos llevaba al parque los sábados y domingos, o al estadio de beisbol o fútbol. Ni siquiera porque es el único abogado que conozco que jamás se ha quedado callado ante una consulta. Mi viejo es el mejor del mundo, porque me enseñó, de una forma que muchos tal vez no entenderían ni siquiera hoy, a valorar las cosas en la vida. Sin llegar a los extremos, siempre supo darnos la medida justa de las cosas. Nos enseñó que las cosas en la vida cuestan, y que para tenerlas hay que ganarselas. Nos enseñó que el ocupar un alto puesto en el gobierno no es sinónimo de fortunas y prosperidad inmediata. Nos enseñó que un lunes por la mañana no es razón suficiente para amanecer amargado.
¿ Y que decir de mis hermanos? bueno, empecemos por la mayor. Raiza del Valle (si descubre que dije su segundo nombre me mata). Típica hermana mayor y pa más, de signo Escorpio. Chiquita, blanca como la leche y siempre apurada para todos lados. Mandona, regañona, peleona, creo que no hubo hermano que no durara mínimo 3 meses sin hablarle a ella. Sin embargo, con todo y eso, es sin lugar a dudas, "la mejor hermana mayor del mundo".
Y no solo porque era la que nos cuidaba cuando por cualquier razón, (muy pocas por cierto), mamá Rosa no andaba por allí. Tampoco porque, a pesar de todas las peleas que podíamos tener, saltaba como una fiera herida si alguien fuera de la casa decía algo de sus pequeños hermanos. Raiza es la mejor hermana mayor del Mundo porque, sencillamente, siempre nos consintió, a su extraña manera, pero lo hizo. Ella fué la primera que me llevó a una práctica de fútbol. Me acompañó también a mi primer partido en un colegio ajeno (con el miedo que yo le tenía al bus escolar); ella me cuidó cuando me dió paperas y mis viejos estaban de viaje. Y la primera que se atrevió a darme su carro para que lo manejara. También fue ella la que me concedió el honor de ser ahijado de su único hijo.
Y después viene mi otra hermana mayor. Sin lugar a dudas, "la mejor hermana mayor del mundo"..¿ Que no era Raiza? bueno, es que mi familia es de tal calidad que nos damos el gusto de tener a las dos mejores hermanas mayores del mundo pues. La segunda en la línea de sucesión familiar es mi hermana Rina. En su vida jamás conocerán a una persona más calmada y relajada que ella.
Rina es la mejor del mundo, porque para ella no existe la palabra "no" en su diccionario. Flaca, morena clara con el cabello mas indiado de toda la familia (liso pues), no hubo momento en que alguien necesitara algo de ella y se negara. Lo que fuera. Rina es la mejor porque siempre podía plancharme la camisa que necesitaba. Es la mejor porque siempre me preparaba y calentaba la comida cuando Doña Rosa no andaba cerca; o se hacía pasar por la voz de mi madre cuando aquel director enfurecido llamaba para mi casa para notificar que el rebelde estudiante se había jubilado de clase. Es la mejor porque siempre me prestaba el televisor aquellos días en los cuales los hermanos nos repartíamos la propiedad del mismo según el día de la semana. Es la mejor porque siempre te regalaba la mejor de las sonrisas.
El tercero en la línea es mi hermano Nelson. Por supuesto que es el mejor hermano mayor del mundo. Y no solo porque de chiquito fue sobrealimentado y se convirtió en el terror de todos los estudiantes del Colegio y alrededores. Ni tampoco porque no hubo día en que no se liara a golpe limpio con cualquiera que "osara" meterse con sus hermanitos. El más oscuro de la familia, "El Negro" era su apodo de guerra. Campeón de kárate y cuarto bate del equipo de beisbol, siempre con varias novias alrededor, era el ídolo familiar Mi hermano sencillamente es el mejor porque me enseñó a moverme en la calle. Me enseñó que los niños siempre buscan abusar del más débil. Me enseñó a tirar un buen par de golpes y a no mostrarle miedo a nadie. Me enseñó que no siempre el catirito de ojos verdes se lleva a la muchacha más buenota.Me enseñó, a su manera, que no importa lo que pase, con la familia nadie se mete. También me honró al nombrarme padrino de su segundo hijo (Daniel)
Y finalmente, volvemos al punto de partida. Mi hermanita Rosnel. La única hermana menor que tengo y a la cual quise ahogar varias veces en la ponchera de bebé, según Doña Rosa. También es la mejor "little sister" del mundo. Blanca pero no tan paliducha como Raiza, es mi compañera de infancia, compartíamos todos lo que se podía compartir de niño y adolescente entre dos cuasimorochos de sexos distintos. Mi hermanita es la mejor del mundo porque jugaba fútbol conmigo. Es la mejor del mundo porque en el Kinder me iba a buscar todos los días al salón para escaparnos, en una misión suicida, hasta la casa. Es la mejor del mundo porque siempre terminaba tapando el lavamanos del hotel después de echarnos juntos las mejores peas adolescentes en Puerto La Cruz. Es la mejor del mundo porque siempre fumabamos juntos a escondidas. Es la mejor del mundo porque soporto como una macha y como si nada, el dar a luz a Mariana Isabel. Es la mejor del mundo porque nadie pudo tener como hermanita a mejor amiga que ella. Y claro, también me honró, (como no podía ser de otra forma) con ser el padrino de Mariana Isabel.
Y después vienen los sobrinos, por los cuales la vida espera. Los tengo de todo tipo y tamaño: Hector Alexander, primer hijo de Nelson, que va a cumplir 13 años en Julio. Lleva mi nombre, es la cagada de su madre (blanco, cabello castaño) y muy autosuficiente para su edad. Rafael Antonio, que ayer mismo cumplió 12 años. Hijo de Raiza, tiene los rasgos del papá pero el carácter de la familia, y futbolista como su tío. Oriana, la princesita mayor, hija de Rina, no podía esperarse otra cosa que ser la más tranquilita y educada de sus primos. Excelente estudiante y bailarina de ballet, ya se está viendo que el papá va a tener que comprarse una bazooka para espantar a los pretendientes.
Y atrás de ellos vienen los bebés: Daniel Alexander (2 añitos), el cual parece que fue negado por mi hermano Nelson, porque es igualito a su papá, salvo en el color de la piel. Es un verdadero tanquecito y lo más esperanzador, es que patea cualquier pelota que se le dé, y con ambas piernas!!!!...y finalmente, la benjamín de los sobrinos, Mariana Isabel, la niña mas consentida de este mundo. No ha cumplido 4 meses y ya tiene ropa como para 5 años y aproximadamente, 25 pares de zapatos. Y por supuesto, la bebé mas preciosa del mundo.
Yo nunca he sido un tipo muy familiar. Lo admito. Mi familia, como pueden ver, y motivado a circunstancias que no vienen al caso explicar acá, se reduce a mi círculo más íntimo: padres, hermanos y sobrinos. Pero es un círculo amplio, donde cada vez que nos reunimos se vuelven a escuchar esas voces gritonas y chillonas que solo se escuchan en una familia numerosa. Donde la gente se acostumbra a comunicarse con gritos porque es la única forma de hacerte escuchar entre tantas voces y ruidos.
Pero, no obstante no ser el mas familiar del mundo, me gusta saber que ellos siempre están allí. Así como su cariño y afecto. No importa cuantos años han pasado, no importan todas las peleas y palabras que se han escuchado, no importan todas las separaciones que la vida ha traído, siempre vuelven las mismas historias de Doña Rosa, los mismos chistes del Doctor Rodríguez, los mismos regaños de Raiza, las eternas sonrisas de Rina, las típicas burlas de Nelson o la misma complicidad con Rosnel. Y si a esto se le suma el desdén adolescente de Hector Alexander, las travesuras de Rafael Antonio, la tranquilidad de Oriana, las sonrisas de Daniel o las miradas de Mariana, entonces el cuadro se completa, y es el momento en que se comprende definitivamente, tal como dice la canción de Rubén Blades, que "Familia es Familia, y Cariño es Cariño".
Y es que, definitivamente, desde Doña Rosa hasta Mariana Isabel, somos de Madera Fina....
Y es que mi hermanita Rosnel (sip, solo le llevo 15 meses, lleva 5 años de casada y ya es mamá, pero sigue siendo mi hermanita!!!!!) siempre ha tenido cierta similitud en gustos musicales conmigo; no se debe olvidar que casi casi somos morochos, y, bueno, eso de crecer juntos en la misma casa y teniendo casi siempre los mismos amigos y amigas (y enamorados y enamoradas intercambiandose el rol de amigos, cuñadas, cuasicuñados, etc etc) inevitablemente lleva a tener cierta afinidad en algunas cosas, y la música que escuchabamos para entonces no es una excepción.
Y es justo esa referencia musical de mi cuasi morocha, lo que me ha llevado a recordar, de manera un poco torpe, pero recuerdo al fín, sobre lo que significa para mí y con lo que siempre he asociado esa frase "Madera Fina": les hablo, como no, de mi familia.
Familia. Si señor. Todos tienen una. Todos tendrán sus anécdotas y particularidades. Las hay superunidas y las hay superseparadas. Están las tradicionales y están las modernas. Las numerosas y las escasas. Están las millonarias y las humildes. Las hay de todo tipo, y por supuesto, entre todos esos tipos, está la mía.
Cualquier descripción de una familia tiene que comenzar por los jefes, y aquí entonces hay que hablar de la Jefa de la casa. Doña Rosa. Y aquí voy a decir una frase que jamás se ha escuchado nunca: "es la mejor mamá del Mundo". Si señor, porque Doña Rosa es, sin lugar a dudas, la mejor de todo el Universo.
Y no es solo porque ella hace la mejor salsa bologña de todo el Universo (certificado por cada asiduo visitante a la Rodriguera). Tampoco es porque ella es la que siempre estuvo pendiente de uno cuando se enfermaba, ni porque tuvo la capacidad de gerenciar una casa con 5 hijos sin nunca haber pasado por una Universidad ni Postgrado de Gerencia o Finanzas. Mucho menos porque era la que nos empujaba a estudiar cada bendito día de nuestra vida.
Doña Rosa sencillamente es la mejor del Mundo, porque es la persona mas valiente que conozco. Porque desde que quedó huerfana de padre a los 11 años, y el Mundo literalmente se le vino encima a ella y a su familia, tuvo que dejar sus estudios para salir a trabajar. Porque nunca tuvo ningún tipo de complejos a la hora de pasar coleto en una casa de familia, ser secretaria de algún buen doctor o mesonera en algún restaurant. Porque a pesar de que la vida la hizo subir a su ring de boxeo muy joven jamás le rehuyó a esa pelea. Y jamás se olvidó de su familia y de donde venía, cuando la rueda del destino hizo que viviera mejores días. Y de verdad, ya quisiera yo ser lo mitad de valiente que es ella; es un orgullo ser hijo suyo.
Al lado de la magnífica Doña Rosa, está el Doctor Rodríguez. Casi podía jurar que ese era el nombre de mi viejo y no Nelson. Es que siempre que llamaban a mi casa y yo respondía, era lo mismo: "por favor, el Doctor Rodríguez". Es el otro Jefe de la casa. El Proveedor pues. Nadie sabe realmente lo que significa ser sostenedor de un hogar hasta que no pagas la primera cuenta de tu casa. Y es que este señor, solito, con su sueldo de abogado, sostenía un hogar con 5 carajitos!!!.. No estaba nada fácil. También, aquí valga la expresión, nunca antes dicha: "mi papá es el mejor del mundo".
Pero no es el mejor del mundo solo porque nunca nos faltó nada. Tampoco porque era el consentidor del hogar, o era el que nos llevaba al parque los sábados y domingos, o al estadio de beisbol o fútbol. Ni siquiera porque es el único abogado que conozco que jamás se ha quedado callado ante una consulta. Mi viejo es el mejor del mundo, porque me enseñó, de una forma que muchos tal vez no entenderían ni siquiera hoy, a valorar las cosas en la vida. Sin llegar a los extremos, siempre supo darnos la medida justa de las cosas. Nos enseñó que las cosas en la vida cuestan, y que para tenerlas hay que ganarselas. Nos enseñó que el ocupar un alto puesto en el gobierno no es sinónimo de fortunas y prosperidad inmediata. Nos enseñó que un lunes por la mañana no es razón suficiente para amanecer amargado.
¿ Y que decir de mis hermanos? bueno, empecemos por la mayor. Raiza del Valle (si descubre que dije su segundo nombre me mata). Típica hermana mayor y pa más, de signo Escorpio. Chiquita, blanca como la leche y siempre apurada para todos lados. Mandona, regañona, peleona, creo que no hubo hermano que no durara mínimo 3 meses sin hablarle a ella. Sin embargo, con todo y eso, es sin lugar a dudas, "la mejor hermana mayor del mundo".
Y no solo porque era la que nos cuidaba cuando por cualquier razón, (muy pocas por cierto), mamá Rosa no andaba por allí. Tampoco porque, a pesar de todas las peleas que podíamos tener, saltaba como una fiera herida si alguien fuera de la casa decía algo de sus pequeños hermanos. Raiza es la mejor hermana mayor del Mundo porque, sencillamente, siempre nos consintió, a su extraña manera, pero lo hizo. Ella fué la primera que me llevó a una práctica de fútbol. Me acompañó también a mi primer partido en un colegio ajeno (con el miedo que yo le tenía al bus escolar); ella me cuidó cuando me dió paperas y mis viejos estaban de viaje. Y la primera que se atrevió a darme su carro para que lo manejara. También fue ella la que me concedió el honor de ser ahijado de su único hijo.
Y después viene mi otra hermana mayor. Sin lugar a dudas, "la mejor hermana mayor del mundo"..¿ Que no era Raiza? bueno, es que mi familia es de tal calidad que nos damos el gusto de tener a las dos mejores hermanas mayores del mundo pues. La segunda en la línea de sucesión familiar es mi hermana Rina. En su vida jamás conocerán a una persona más calmada y relajada que ella.
Rina es la mejor del mundo, porque para ella no existe la palabra "no" en su diccionario. Flaca, morena clara con el cabello mas indiado de toda la familia (liso pues), no hubo momento en que alguien necesitara algo de ella y se negara. Lo que fuera. Rina es la mejor porque siempre podía plancharme la camisa que necesitaba. Es la mejor porque siempre me preparaba y calentaba la comida cuando Doña Rosa no andaba cerca; o se hacía pasar por la voz de mi madre cuando aquel director enfurecido llamaba para mi casa para notificar que el rebelde estudiante se había jubilado de clase. Es la mejor porque siempre me prestaba el televisor aquellos días en los cuales los hermanos nos repartíamos la propiedad del mismo según el día de la semana. Es la mejor porque siempre te regalaba la mejor de las sonrisas.
El tercero en la línea es mi hermano Nelson. Por supuesto que es el mejor hermano mayor del mundo. Y no solo porque de chiquito fue sobrealimentado y se convirtió en el terror de todos los estudiantes del Colegio y alrededores. Ni tampoco porque no hubo día en que no se liara a golpe limpio con cualquiera que "osara" meterse con sus hermanitos. El más oscuro de la familia, "El Negro" era su apodo de guerra. Campeón de kárate y cuarto bate del equipo de beisbol, siempre con varias novias alrededor, era el ídolo familiar Mi hermano sencillamente es el mejor porque me enseñó a moverme en la calle. Me enseñó que los niños siempre buscan abusar del más débil. Me enseñó a tirar un buen par de golpes y a no mostrarle miedo a nadie. Me enseñó que no siempre el catirito de ojos verdes se lleva a la muchacha más buenota.Me enseñó, a su manera, que no importa lo que pase, con la familia nadie se mete. También me honró al nombrarme padrino de su segundo hijo (Daniel)
Y finalmente, volvemos al punto de partida. Mi hermanita Rosnel. La única hermana menor que tengo y a la cual quise ahogar varias veces en la ponchera de bebé, según Doña Rosa. También es la mejor "little sister" del mundo. Blanca pero no tan paliducha como Raiza, es mi compañera de infancia, compartíamos todos lo que se podía compartir de niño y adolescente entre dos cuasimorochos de sexos distintos. Mi hermanita es la mejor del mundo porque jugaba fútbol conmigo. Es la mejor del mundo porque en el Kinder me iba a buscar todos los días al salón para escaparnos, en una misión suicida, hasta la casa. Es la mejor del mundo porque siempre terminaba tapando el lavamanos del hotel después de echarnos juntos las mejores peas adolescentes en Puerto La Cruz. Es la mejor del mundo porque siempre fumabamos juntos a escondidas. Es la mejor del mundo porque soporto como una macha y como si nada, el dar a luz a Mariana Isabel. Es la mejor del mundo porque nadie pudo tener como hermanita a mejor amiga que ella. Y claro, también me honró, (como no podía ser de otra forma) con ser el padrino de Mariana Isabel.
Y después vienen los sobrinos, por los cuales la vida espera. Los tengo de todo tipo y tamaño: Hector Alexander, primer hijo de Nelson, que va a cumplir 13 años en Julio. Lleva mi nombre, es la cagada de su madre (blanco, cabello castaño) y muy autosuficiente para su edad. Rafael Antonio, que ayer mismo cumplió 12 años. Hijo de Raiza, tiene los rasgos del papá pero el carácter de la familia, y futbolista como su tío. Oriana, la princesita mayor, hija de Rina, no podía esperarse otra cosa que ser la más tranquilita y educada de sus primos. Excelente estudiante y bailarina de ballet, ya se está viendo que el papá va a tener que comprarse una bazooka para espantar a los pretendientes.
Y atrás de ellos vienen los bebés: Daniel Alexander (2 añitos), el cual parece que fue negado por mi hermano Nelson, porque es igualito a su papá, salvo en el color de la piel. Es un verdadero tanquecito y lo más esperanzador, es que patea cualquier pelota que se le dé, y con ambas piernas!!!!...y finalmente, la benjamín de los sobrinos, Mariana Isabel, la niña mas consentida de este mundo. No ha cumplido 4 meses y ya tiene ropa como para 5 años y aproximadamente, 25 pares de zapatos. Y por supuesto, la bebé mas preciosa del mundo.
Yo nunca he sido un tipo muy familiar. Lo admito. Mi familia, como pueden ver, y motivado a circunstancias que no vienen al caso explicar acá, se reduce a mi círculo más íntimo: padres, hermanos y sobrinos. Pero es un círculo amplio, donde cada vez que nos reunimos se vuelven a escuchar esas voces gritonas y chillonas que solo se escuchan en una familia numerosa. Donde la gente se acostumbra a comunicarse con gritos porque es la única forma de hacerte escuchar entre tantas voces y ruidos.
Pero, no obstante no ser el mas familiar del mundo, me gusta saber que ellos siempre están allí. Así como su cariño y afecto. No importa cuantos años han pasado, no importan todas las peleas y palabras que se han escuchado, no importan todas las separaciones que la vida ha traído, siempre vuelven las mismas historias de Doña Rosa, los mismos chistes del Doctor Rodríguez, los mismos regaños de Raiza, las eternas sonrisas de Rina, las típicas burlas de Nelson o la misma complicidad con Rosnel. Y si a esto se le suma el desdén adolescente de Hector Alexander, las travesuras de Rafael Antonio, la tranquilidad de Oriana, las sonrisas de Daniel o las miradas de Mariana, entonces el cuadro se completa, y es el momento en que se comprende definitivamente, tal como dice la canción de Rubén Blades, que "Familia es Familia, y Cariño es Cariño".
Y es que, definitivamente, desde Doña Rosa hasta Mariana Isabel, somos de Madera Fina....
"Somos de Madera Fina, hechos con Sudor y Tierra
Alma y Corazón despiertos
Somos de Madera Fina..."
Alma y Corazón despiertos
Somos de Madera Fina..."
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